La Garganta Mayor en su descenso desde la Sierra de Tormantos, nos deja un gran número de chorreras naturales, enclavados en un rico entorno paisajístico, donde podemos relajarnos y sentir la naturaleza que nos rodea.

En la zona de Pivilla, cogiendo el sendero que va desde la Cueva de la Serrana al Puente Romano de Pivilla, nos encontramos con la que quizás es la cascada más grande de todo el trayecto de la Garganta Mayor, su difícil y peligroso acceso impide poder verla de cerca, pero podemos admirarla desde el camino en su totalidad. Tiene un tramo en su parte superior, que si es accesible, con un pequeño charco donde podemos darnos un chapuzón, siempre con mucho cuidado, y sin acercarnos donde empieza la caída del segundo tramo, ya que es una piedra curva resbaladiza, y con una caída de unos 30 metros.

Justo por encima nos encontramos el Puente de Pivilla de origen romano, situado en el antiguo Camino Real, que comunicaba el Valle del Jerte con La Vera.

Para poder disfrutar de esta impresionante creación de la naturaleza, debes hacer la ruta de senderismo que sube a la Cueva de la Serrana en la Sierra, y ampliarla hasta el Puente de Pivilla, son unos 9 kilómetros de subida, con un desnivel de 880 metros aproximados.