La Garganta Mayor en su descenso desde la Sierra de Tormantos, nos deja un gran número de charcos naturales, enclavados en un rico entorno paisajístico, donde podemos relajarnos y sentir la naturaleza que nos rodea.

La Carretera a Cuacos pasa por encima de la Garganta Mayor. El Charco de las Pilatillas está ubicado justo por debajo de la carretera. Formado por una amplia roca, con oquedades que a ido dando forma la erosión por el paso del agua, a lo largo de los años. En la base de esta marmita natural, la naturaleza nos regala un amplio charco, que en verano gracias a unas compuertas se llena de agua, ofreciéndonos una piscina natural de unos 20 metros de longitud, en la que hay puntos que tienen varios metros de profundidad. Sus aguas son cristalinas y fresquitas, ideales para combatir los días de calor.

Es uno de los charcos más transitado por los habitantes de la localidad, de municipios vecinos y turistas. Dispone de un amplio espacio de arena donde se puede tomar el sol. A unos 50 metros cuenta con un chiringuito de verano.

Este charco es privilegiado gracias a la variedad de cultivo que le rodea, y nos ofrece estampas únicas en diferentes épocas del año. A principio de la primavera, podremos disfrutar con el cerezo en flor, mientras que a finales de ésta, nos sorprenderá la candelaria, que es la flor del castaño. El otoño es un auténtico espectáculo, gracias al gran colorido que ofrecen los cerezos, castaños, robles y alisos que rodean a este charco. Todo este conjunto enlazado con tal belleza de la garganta natural, y con el sonido del agua harán que quedemos enamorados de este lugar.