Dentro del Barrio la Huerta, destacamos la Casa de la Seda, que fue ocasionalmente la residencia veraniega de los Duques de Alba, esto hacía que aumentara las pujas por el arrendamiento de las truchas de la Garganta Mayor, al doble de su valor normal.

Posteriormente, a finales del siglo XVIII fue la Casa de Contratación de la Seda, donde se recogía, clasificaba, pesaba y se vendía a distintos compradores. Entre otros muchos destinos, de aquí salieron bellos hilos para confeccionar los tejidos para la corte.

Todas las producciones que no se entregaban en esta casa, se vendían a otros mercados, por arrieros del pueblo o forasteros.

Aunque ha sufrido reformas considerables, se ha mantenido el espectacular zaguán de madera y granito, en las escaleras que subían a la primera planta, podemos apreciar el poder adquisitivo que tenían los dueños de la casa, ya que lo normal era usar barandillas de madera, pero en esta edificación podemos apreciar una impresionante barandilla de granito esculpida.

En la planta baja, accedemos a lo que sería la leñera, debajo de ésta, un precioso y logrado bodegón, forrado de granito en forma de arco, cuyos usos han sido variados a lo largo de los años, entre ellos destacamos la fresquera, la bodega para el vino, el escondite para los productos del estraperlo,…

En la fachada, destacamos a baja altura un balcón voladizo, con una barandilla de forja, que en el centro tiene las iniciales A.C.