El Ayuntamiento o Casa Consistorial sufre en el siglo XIX una importante reforma, que cambia completamente la estética del edificio, lo más llamativo es el soportal que se da forma con cuatro columnas de granito, procedentes de la Ermita-Cenobio de San Martín, que se encontraba en ruinas en esa fecha.

En la primera planta sobresale un amplio balcón de madera techado. A la izquierda de éste apreciamos el reloj, cuyas horas canta la campana que vemos en el tejado, sujetada por una bella estructura de forja, coronada por una veleta o gallo.

Internamente este edificio carece de interés, a no ser el político. En la recepción actualmente se encuentra la oficina de turismo.

Hay que destacar la Picota de Suplicio que actualmente se encuentra en el soportal del Ayuntamiento.

El primer lugar donde se recuerda la Picota es en la Glorieta de La Serrana, pero debido actividades educativas y de ocio, se decide trasladarla, aunque no en su totalidad, ya que la parte superior un remate agudo rematado con una cruz de hierro, se sigue manteniendo en la Glorieta, pero se desplazó a un extremo, justo encima de la Fuente del Chorrillo. El resto de la Picota, se trasladó a la Plaza Diez de Mayo, donde debido a unas reformas acaba empotrada en la fachada del Ayuntamiento, en la esquina con la Calle Llana. En 1980 en la última reforma importante de la Casa Consistorial, se decide sacarla de la fachada y colocarla donde se encuentra en la actualidad, debajo de los soportales.

Hecha de piedra de cantería, en forma de columna. La picota se divide en dos partes, el fuste y el capitel.

En la parte inferior se encuentra el fuste, que se compone de dos piezas cilindricas de granito. La primera hace de base y da altura a la segunda. De ésta sobresale un pequeño soporte con aspecto de cabeza, que servía de asiento para el reo, que atado a la columna sufría el desprecio y la burla de todos los vecinos que pasaban por allí. Tenía una finalidad ejemplarizante, mediante la exposición de la vergüenza pública.

La parte superior se denomina capitel, también de granito, destacan dos rostros grotescos en los laterales. En el frontal se puede leer la inscripción: «Hízose esta columna en el año de 1691 siendo alcaldes Jvº (Julio) Mesón Ximénez y Br (Bartolomé) Curiel».

Sobre el capitel se ponía el nombre del reo y el motivo de la afrenta.